La salud mental es la condición en la que se piensa, siente y actúa en el día a día; es también la manera en cómo se manejan factores intermitentes como el estrés, la forma en la que las personas se relacionan y toman decisiones.
Al igual que la salud física, la salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta y la vejez.
En algún momento de sus vidas, todas las personas se sienten preocupación, ansiedad, tristeza o estrés, pero cuando la salud mental se ve afectada, estos sentimientos no desaparecen en ningún momento y son lo suficientemente graves como para interferir con cualquier aspecto de la vida cotidiana.
Las enfermedades mentales son comunes, y las personas que las padecen no son culpables de ocasionarlas. Estos trastornos (depresión, fobias, transtorno bipolar, esquizofrenia y muchos otros) son enfermedades reales que no aparecen ni desaparecen por cuestión de voluntad. Afortunadamente, suelen ser tratables por medio de medicinas y terapias que mejorar la vida de la mayoría de las personas con este tipo de enfermedades.